sábado, 20 de septiembre de 2008

RECORDANDO LA PANZA

Plaza Indepedencia. Mendoza
Fotos: Parque Gral. San Martín. Mendoza.
Ya pasó un mes y días desde que nací. Atras quedaron los dias en que mi mamá y mi papá, un 7 de enero de 2008, hacían el test de embarazo, que daría positivo, anunciando mi llegada.
Hacia un año que me buscaban, un año de ansiedad y de dolor porque parecía que yo no hiba a llegar nunca, ja, los engañé, llegue cuando menos me esperaban.
Yo tenía 6 semanas de gestación cuando se enteraron y 7 semanas y 5 días cuando me vieron por primera ves, en una eco. Después, tendría un poco más cuando escucharon mi corazoncito, por primera vez.
Mi primera patadita mi mamá la sintió cuando tenía 17 semanas y, mi papá pudo percibirlas unas semanas después.
Igual desde que era un gusarapo mi papá me cantaba y mi mamá me ponía música en la panza. ¡Qué días aquellos!.
Descubrieron que me gustaba la música y se los demostraba con pataditas, al igual que cuando ellos veían Bailando por un sueño, qué minas!!. Otra cosa que les demostraban mis pataditas era que estaba despierto y que me gustaba andar en auto, y hoy ya lo han comprobado.
Como a las 28 semanas comenzaron a percibir cuando yo tenía hipo.
Como a las 30 semanas yo ya estaba muy grandote entonces cuando movia una pierna o un brazo lo notaban en la panza. Y claro, la mejor parte era cuando yo me ponía de cabeza o de cola para nacer, jaaja, los volvi a engañar. También lo hice cuando les hacía creer que hiba a nacer, y finalmente nací cuando yo quise, no cuando todos querian, soy macho, se hacen las cosas como yo digo.
Y asi sucedió que un 16 de agosto a las 21.45 llegue a este mundo y ya no hubo más misterio respecto a lo lindo que soy jajaja.
Se terminó la acidez, los calambres, dormir boca arriba, etc. La cama se le hizo enorme a mi mamá, cuando tiempo atras le resultaba muy pequeña y empujaba a mi papá.
Llegue yo con otros cambios más grandes, pero ya no habia panza, ni pataditas, ni latidos, ni imagen en un monitor, ni rutina de crema para evitar estrias (por suerte le sirvió y no tiene ninguna). Ya no esperaban con ansias qué sexo tenía o de que color eran mis ojos.
Es por eso que hoy quisimos recordar esa pansonota, como decía mi papá cuando me daba besos a través de ella.
A mi mamá tardó 5 meses en notarsele la panza, tiempo en el cual nadie se daba cuenta de su estado, a menos, de que ella les dijera. En esa época sufria lo que la acompañaría todo el embarazo, náuseas y vómitos. En esa época ya estaba armando mi ajuar.
Desde aquel 7 de enero todo material de embarazada que llegaba a sus manos lo leía. También fue la época en que buscaban qué nombre me pondrían. Y pensar que ya tengo el nombre y con DNI y todo, cuando en aquel momento eran solo planes.
Fue la época en que fuimos diciendoles a todos que yo venía en camino, cuántas cosas pasaron mientras crecia la panza que me albergaba. Ahora ya no está y lo más parecido son los brazos de mis papis.
A la "pansonota" que me protegió, abrigó, alimentó y me hizó crecer y desarrollarme, ¡¡¡GRACIAS!!!

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